No somos lo que pensamos
En realidad... no somos lo que pensamos, y tampoco somos los que sentimos, ni siquiera lo que decimos o hacemos. En la mayoría de los casos lo que realmente somos es "algo" que está aún por desvelar, y que posee una dimensión que trasciende nuestra propia persona.

No somos lo que pensamos
En la mente tienen cabida muchos pensamientos, casi ilimitados. En un momento determinado incluso podemos llegar a pensar que deseamos que alguien muera, por la aversión momentanea que podamos sentir hacia él, o porque consideramos que el mundo estaría mejor sin su presencia. Pero eso no nos convierte en asesinos, ya que si realmente pudiéramos matar a esa persona sin que tuviera consecuencias, seguramente no lo haríamos. Por eso, no somos lo que pensamos.
La mente puede elucubrar muchos pensamientos, algunos propios y originales, pero la mayoría están condicionados por la información que recibimos del mundo que nos rodea. Por tanto, ni son nuestros ni se identifican con lo que, en esencia, somos. Pero nos resultan útiles para desenvolvernos en nuestro entorno , y por eso la mente tiene la capacidad de acogerlos a todos.
No somos lo que decimos
También somos capaces de decir mucha cosas, y la gran mayoría de estas no se corresponden con lo que realmente somos. Expresándolo en lenguaje cotidiano: "decimos muchas tonterías al cabo del día", pero eso no nos convierte en personas tontas ni carentes de sentido. Simplemente generamos las frases que creemos que nos pueden ser útiles para interaccionar de manera fluida y amigable (o aversiva) con los demás.
Pero, a veces, somos capaces de Expresar"algo" con lo que nuestro fuero interno sintoniza; "algo" que nos hace sentir asertivos, independientes y seguros; una frase que define lo que somos realmente. No pasa a menudo, y no es fácil controlar cuando sucede, pero es ahí donde empezamos a Desvelar nuestra verdadera Esencia: aquella con la que sintonizamos intuitivamente y que, al Expresarla, nos hace Sentir bien con nosotros mismos.
No somos lo que sentimos
Las emociones fluctúan de manera alterna y se manifiestan con mayor o menor intensidad, en función de la sensibilidad que tengamos o que hayamos desarrollado. Pero no somos tristes por sentir tristeza, ni somos alegres por sentir alegría: estamos tristes o alegres en función cómo nos afecte lo que estamos experimentando en un momento puntual que tiene principio y fin. Por tanto, lo que sentimos es algo temporal que tampoco define lo que realmente somos.
Puede que tengamos alguna emoción predominante, y que la personalidad que mostramos con mayor facilidad esté condicionada por esta tendencia emocional. Pero, aún así, no somos como esa emoción nos induce a reflejar a los demás. Simplemente, nuestro recorrido vital nos ha llevado, por múltiples causas, a representar más un sentimiento que otro.
No somos lo que hacemos
En el mundo social en que nos movemos estamos condicionados a comportarnos de una manera determinada, según las pautas morales de la cultura en que hemos crecido. Somos conscientes, con más o menos intensidad, de que seguir esas pautas facilita poder desenvolverse en comunidad, por eso las acatamos de manera parcial o plena. Pero eso no quiere decir que nuestros actos nos definan, ni que muestren lo que realmente somos.
A menudo, la inercia social nos lleva a realizar actos con los que podemos sintonizar en mayor o menor medida, y después esa conducta nos deja una sensación de vacío interno desasosegante. Y en esa sensación de vacío es donde aquello que realmente somos busca revindicar su Existencia en nuestra conciencia. En ese vacío, nuestro Ser grita en silencio su necesidad de adquirir Presencia para que nos sintamos en paz y armonía con nosotros mismos. Porque podemos hacer muchas cosas para encajar en la sociedad, pero la mayor parte de ellas no definen lo que somos.
Entonces ¿Qué Somos RealMente?
Lo que RealMente Somos es algo que, en la mayoría de las personas, está aún por Desvelar. E identificar "Eso" que realmente somos forma parte del Desarrollo Individual de cada ser humano, y este proceso dura toda la vida y tienen muchos componentes, pero se caracteriza por aspectos como:
Encontrar aquello con lo que uno sintoniza, y que no siente necesidad de contar a los demás ni hacer alarde de ello.
Aprender a estar con los propios pensamientos si tener que recurrir a fuentes de información externas para aplacar el aburrimiento.
Experimentar los sentimientos entendiendo su utilidad y la razón por la que han surgido en cada momento, así como su temporalidad.
Hallar las actividades que a uno le motivan y en las que puede pasarse horas, perdiendo la noción del tiempo.
Expresar aquello que en realidad nos define y que, al hacerlo, nos infunde una Energía revitalizante y nos llena de tranquilidad.
Y "Eso", que es diferente en cada individuo, es lo que RealMente somos, y encontrarlo es una tarea de Autoconocimiento que, en muchos casos, supone una titánica odisea, pero que está al alcance de cualquiera, independientemente de cual sea su situación en este mundo.